¿Arizona? ¡No, pero casi!
Un día libre, ganas de explorar, bebida fresquita y mucha ilusión fueron los ingredientes para hacer de esta sesión, una de mis sesiones favoritas a lo largo de mi carrera como fotógrafa.
Un caluroso día de agosto, Teresa y David decidieron apuntarse a un mini roadtrip de un día. Recorrimos unos cuantos kilómetros hasta llegar a este sitio, donde sinceramente, si no fuera por el calor me habría quedado a vivir, ¡pero con ellos! Ya que el lugar, sin una chispa de amor en los ojos se convierte en una simple localización.
¡Gracias por este día!